Poems by Jeanette E. Tiburcio Márquez

Επιμέλεια: Εύα Πετροπούλου Λιανού

DESCARADAMENTE POETA.
POR: Jeanette E. Tiburcio Márquez

Con el viento a favor o con él en contra
Resistente a los remedios del sistema
Sediciosamente subversiva
No me dejo intimidar con ningún juez.

No comparezco en el juicio, no me importan las llamadas
Indómita
Indócil
Insumisa
Contestataria
Así me llaman.

¡Qué es descaro!
¿Qué es descaro?
La soledad nos consume
La sociedad nos somete,
El vacío nos invade
No encontramos las respuestas
No hay preguntas detonantes
Ni significado alguno
Los pactos ya se rompieron
Las reglas ya poco importan
Pues quien las dicta hoy en día
Es quien las quiebra…
La jungla es nuestro hogar
Buscando la consistencia,
Decodifico el sonido
Aferrándome a la esencia
De la música verbal.

He decidido esta historia
Y no pienso desdecir lo que me ha sido heredado
En sociedad desechable, me toca  contra remar
Millas náuticas avanzo y a veces sólo ando en puntas
Nado, corro, vuelo y salto,
Me disminuyo y me agrando
Para la meta alcanzar.

No más filtros por favor
Se disfraza el sincretismo
De emoción y sentimiento
Inusual el ser poeta
Buscar la razón del ser
Ritmos lentos en acelerados tiempos.

Vivo poesía
Siento poesía
Frotando mis encías entre las letras,
Más vigor, autocontrol
Euforia que se transpira
Convulsionada he quedado
Aspiro la exaltación de la belleza,
No se puede estar cansado
Ni con sueño, ni con hambre
Si se viaja en el descaro
De alucinar la poesía.

Más vigor, más control
Alegría irracional
Soy esteta y lo predico
En contra de lo esperado,
La poesía es mi vicio
La belleza mi alimento
Mi descaro hoy incomoda, derramo tinta
Pero yo sólo sé que existo, dudo y creo…
Muero poesía.

ALFABETO EMOCIONAL
Por: Jeanette E. Tiburcio Márquez

Necio dolor
Que te aferras a entender
Catástrofes asentadas
Entre los hijos del hombre.

Necio dolor
Soberbia petrificada,
Arrogancias y blasfemias…

Escribiendo el himno nuevo,
Se ha liberado al Dragón
Con la llave del abismo,
Justo a la orilla del mar
Diez cuernos, Siete cabezas.

Oculta al niño mujer 
Él gobernará la tierra,
Mujer imán, Mujer fuerte
De alas de águila real
Un corazón dos cabezas…

Coronada a doce estrellas,
Despertando, de un incesante dolor
Entre el humo de tormentos.

Suena el harpa,
Se descubre, el engaño a cuatro ángulos
Busca la perpetuidad.

Necio dolor, desquiciante inequidad,
El final ya está anunciado
Y enmudece de vergüenza
A toda la humanidad.

Ya llegarán los cielos nuevos
Mutación trascendental de emociones permanentes.

Es hora de ser sagaz
Reinventando el alfabeto
De la tinta emocional.

Niño Dorado.
Por: Jeanette E. Tiburcio Márquez

Niño dorado,
Sobre el rojo oscuro de la tierra
Marcas tus huellas
En debilidad e incertidumbre.

Áridos caminos, perturbados e inundados
De la vil naturaleza del que ha decidido robarte todo
De quien en su ignorancia se creyó el YO SOY.

Niño dorado,
Que tu brillo jamás se apague
El acceso a creer, a soñar, a crecer
A tener aire limpio y alimento electrificante.

Que la lluvia acaricie tus pies
Multiplique bonanzas
Que la lluvia te irrigue esperanzas
Para construir tu historia y edificar.

Te pido perdón
Por el daño hecho a la tierra
En nombre de mis padres, mis abuelos,
Los ancestros, que al no hacer nada, lo hicimos todo
Te pido perdón por aquellos que
Regaron con sangre el cultivo
Que hoy llega a tu boca como único alimento.

No hay forma de borrar el pasado
No pretendo hacerlo
No hay un cupón que intercambie la vida
Si lo hay, no lo tengo…

Lo que tengo es esperanza y voluntad
Deseo compartirte y heredarte resistencia y resiliencia
Invitarte a no rendirte ni en los mayores incendios
Invitarte a bailar la vida
Cada vez que puedas.

Lo que puedo hacer  y hago, es darte mi voz
Para el llamado,
Compartirte mi pasión por esta vida,
Activar consciencia y decisión
Impactar en liderazgo transformador
Y luchar con fuerza ante lo incierto.

Paremos en congruencia las acciones que nos llevan a este deterioro y devastación.

La tensión en el límite máximo encontró casa,
La tierra se incendia,
La poca voluntad nos congela,
El desequilibrio natural es nuestra realidad.

Nos toca escribir, pintar y bailar
El mundo que merecemos tener
Mientras el oxígeno alcance.

MUJER SIN SOMBRA
Por: Jeanette Tiburcio Márquez

Me intercambiaron la dulzura
Por coraza
Para proteger mi pecho
Y cubrir mi espalda.
En estos tiempos inciertos
De malignos celos
Y tierra infértil,
De asesinos de cadáveres
Confundidos, mendigantes
Que entienden el ser
A través del poseer.

Me intercambiaron la rudeza
Por bondad y entendimiento,
Para soportar los tiempos
Y resguardar mi nombre, entendiendo…
Que nadie puede tener buena reputación
Cuando pasa el juicio, por la boca de un parlero
Que perfuma el ego con bálsamo de veneno y ámbar gris.

Me desplazo en este mundo
Dejando pasar la luz
Sin las ansias materiales
Consciente de la misión,
Y expectante de los tiempos
Confiando, sólo confiando
En la Física de Dios.

CORAZÓN AL FUEGO
Por: Jeanette Tiburcio Márquez.

A la memoria eterna de mi amado Padre. Aprendo a confundirme
Con la noche y sus silencios,
Abrazando las historias
Resilientes del ayer,
Buscando tus ojos
A las 3 de la mañana,
Me sumerjo en los misterios…

Y creo… y dudo… recuerdos dogmáticos,
Argumentum ad Verecundiam,
Viviendo la verdad que desconozco.
Muriendo en las falacias heredadas,
Me aferro a lo que se y recuerdo,
Tratando de anclarme en transparencias del hacer.

Y creo y dudo,
Memorias tatuadas.
-No podrás recordar a los muertos
Si no te queda memoria- decías…

Y así dejo un lugar,
Al final de cada cosa,
Al final de cada día,
Buscando tu presencia poderosa,
Dudando lo que vivo.

Te busco en mí,
Te miro en él…
Y me pregunto
¿Quién arrojó mi corazón al fuego?

CABRIOLAS CON EL SOL
Jeanette Tiburcio Márquez

Bailemos que ya es primavera,
El sol nos marca el ritmo,
Entre los romanceos
Y juergas de quimeras.

La danza de delfines,
El percebe creativo,
Más los revoloteos del antechinus marrón.

Bailemos que ya es primavera,
Con la olla de grillos,
La pregunta marcada.
Entre campos magnéticos
De Hierro y de Neón.

El debate pactado
Del futuro del hombre y el fin de nuestra tierra.

Atrévete a bailar
Dios está invicto,
Y nos regala el sol
Que al brillar sangra,
Y que nos da la fuerza
En  luminosidad
Que nos contagia.  

Bailemos ahora, que podemos hacerlo
Entre campos magnéticos,
De neón y hierro,
Se fusiona el sentir de los que mueren.

Plantado en primera fila,
eres el centro,
De ti depende la vida
Por ti reclama la muerte.

Enorme Luminaria,
Tú también morirás,
Estrella de secuencia espectral,
Hidrógeno, helio, carbono, hierro y neón.

Gigante rojo, en tu enojo,
Eyección de masa coronal
Pasarás de gigante rojo, a enana blanca.

Todo pasará
Eclosión anunciada,
Cabriolas con el sol.

Interrogantes…
Nada importa ya,
Tu sol te baila,
En el brillo magnificado del azul de Prusia.

SEQUÍA
Por: Jeanette Tiburcio Márquez

La pradera se volvió desierto,
Fueron las decisiones,
Las que se toman,
Las que se olvidan,
Fueron las guerras,
El dolor y la codicia.

De mantos verdes,
Ahora marcados con grietas.
El prado se quedó desierto,
Fueron las indecisiones,
Las que se liberan, los recuerdos,
Era la media paz, la falsa alegría,
El fingido desapego.

De mantos azules,
Profundas grietas.

El prado frondoso se convirtió en desierto,
El cielo ya no regó los mantos,
Temeroso de la hipocresía.
Y a pesar de todo,
Todavía puedo ver la luz a través de las rendijas.

Traición irreversible,
Muerte irreversible.
Tu impacto,
Mi impacto,
Nuestro impacto …

No busquemos culpas,
Si no hay tiempo para soluciones.
¿Importa? ¿Importó?

La tierra resiste,
La humanidad … ¡despierta!
La pradera se volvió desértica,
Árida, calurosa e inhóspita.
Y todavía estamos aquí.

MESHICO DESPIERTO
Por: Jeanette Tiburcio Márquez

Meshico, te quiero despierto,
Te quiero vibrante,
Te quiero libre
Te anhelo fiel.

Latiendo al ritmo del recuerdo,
Camina en el renacer,
Corazones de maguey sincretizados.

Meshico, rompe pactos en el jaguar de las memorias,
Envuelto en plumas de quetzal de fuerza y voluntad,
Motivación en infantes,
Nación  nacida de encuentros.
Destino, reconciliación y reconocimiento.

Armadillo, salamandra y dragón azul,
Naciendo desde el ombligo de la luna.

Nace y deja crecer, vuelo para tus hijas,
“Metzi”  “xictli” Julia, Nora , Ana, María, Fátima,Raquel
Destino en cualquier punto,
Oportunidad, respeto, identidad.

De la tierra de Everardo, Jonas y Cutberto.
Nobleza de reyes tienen tus hijos,
Patria que inspiras cancela tributos.

Con la caricia del cielo,
Creatividad desbordante,
De colores tornasol.

Arte y cultura, alimento,
Una mente, iniciación,
Cuatro mentes, planeación,
33  fortaleza,
99  misticismo,
Mil mentes estamos listos.

Que tus hijos edifiquen
En la red de las ideas,
Las ideas tienen rostro,
Nombre Yolotl dignificante.

Abre tus alas Padre, impulsa el talento.
Hermano recuerda tu nombre,
Nación de esperanza,
Alimento infinito.

Meshico te quiero libre
Te quiero despierto.

A Veracruz: EL FLACO SE QUEDA
Por: Jeanette Tiburcio Márquez

¡Si sólo fue a comprar cigarros!
Yo no entiendo todavía.
Por qué las ropas negras,
por qué las caras largas
Por qué las despedidas,
Si el flaco no nos dijo que se iba.

La cama sigue intacta, marcada en las esquinas.
De tinta y de colilla por sus raras manías.
Ya camina cansado, pues su cuerpo está débil.
Pero su alma, su alma ¡cómo brilla!
Su corazón blindado con diamante y platino
Con huecos en el centro tal vez de algo perdido,
Un amor, un amigo o un anillo…
¡Pero esperen! el flaco no nos dijo que se iba.

Han pasado 3 días y no sabemos nada,
Pero sigue sonando en las voces del pueblo
Y ahora son 10 años y él sigue inspirando
A las almas sin sueños, que se van descubriendo
Al ritmo de sus versos y que hasta se estremecen al descubrir secretos.

Flaco, no dijiste que te ibas,
Tu bebiste de la copa de la vida
Impulsado por la fuerza del amor
Como un torbellino intenso
Coleccionando amigos,
Como un volcán en llamas
Retribuyendo acción,
Y con tu fe muy firme, más tu mente hacia el cielo
Con esa cruz que cargas, por tu fervor a Dios.

Corazón de oro, revolucionario,
No dijiste que te ibas y no te has ido,
50 años de saber que sigues aquí
En tu pueblo, entre tu gente
En cada melodía y en cada relación
Que en espejo descubre,
Aún tras la distancia,
Tu precisa codificación.

Yo sé que estás de ronda,
A mí tú no me engañas,
No quiero molestarte
Pero debo pedirte, que dejes de jugar
Y si compras cigarros, tráete una provisión
Que sean del Papaloapan, por su mejor sabor.

Yo sé que sigues vivo, caminando en Reforma
O admirando la brisa que se da frente al mar,
O Paseando en recuerdos tras suma devoción
A alguna mexicana que con fuerza imperante
Te tiene capturado en alma y corazón.
Tranquilos…Tranquilos todos
¡El flaco Vive y no se va!

A Veracruz: Por: Jeanette Tiburcio Márquez

A la merced de un recuerdo
Nos colgamos en el tiempo,
Divisando los momentos
Luminosos del ayer,
Donde se tejió la historia
Esculpida con dolor,
Donde se vivió la gloria
Luminosa en el amor
Maridada con café.

Veracruz tierra de Dios
Templo de mi suspirar,
A pesar del devenir
Y el camino por fraguar,
Tú sigue con tu vaivén
Resistiendo las suradas.

Tu sigue con tu sonrisa
Y alegría mi tierra amada,
Creando lazos de acción
Con aroma de naranja,
La poesía de Agustín,
La propuesta de Zardain,
Y la magia de Papantla.

A Veracruz:
DE LOS NICHOS A LA BAMBA.
Por: Jeanette Tiburcio Márquez

Do, fa, sol, do, fa, sol
Mi heroico Veracruz
Do, fa, sol,
Hago plegaria por ti,
Mi tierra santa de Dios
Do, fa, sol, do, fa, sol,
Que regrese la armonía
Do, fa, sol,
Con las notas de la bamba,
Y que en un compás perfecto
Se trace la sección aurea
Y en esa pauta divina
Escondida en tu Papantla,
Regresemos a la paz, a soñar y a tener alas.

Do, fa, sol, do, fa, sol
Las casas van sin cerrojos
Do, fa, sol
Los niños van sin temor
Do, fa, sol
Do, fa, sol
Las mujeres usan faldas,
Do, Fa, Sol
Y la sociedad jarocha,
Puede respirar tranquila, por la protección que guarda.

A Veracruz:
CRONOS Y LA FLACA BAILANDO DANZÓN.
Por: Jeanette Tiburcio Márquez

Ella elegante,
El nervioso, sobrio, mayor,
Ella sonriente,
El ansioso, sabio, actor,
Y el tic tac, entre los dos interminable.

Ese tic tac nunca para
Baila el ritmo del danzón
Tan lleno de picardía
En adorno y transición,
La pierde en sus finos pasos
Conquista con su actitud
La toma de la cintura
Con candencia y pulcritud,
Ella muestra su sonrojo
Más quiere seguir bailando,
Olvida ya sus deberes, enredada en los floreos,
Ha sucumbido a su encanto,
Y entre tanto a los jarochos, si están en el malecón,
La vida y el tiempo, ¡van de regalo!

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